Fabricantes de Alimentación Premium para sus Aves

Detrás de cada marca hay una historia. La nuestra no se escribió en una oficina, sino entre jaulas al amanecer, al compás del canto de un jilguero. No soy un empresario cualquiera; soy Alejandro, silvestrista desde los 13 años y juez de canto de silvestrismo de Murcia, y este proyecto es la culminación de toda una vida de aprendizaje, paciencia y amor por el mundo de los pájaros.

Desde que era un adolescente, cuando mis primeros jilgueros llenaron la casa de trinos, supe que había encontrado mi vocación. Criar, cuidar y, sobre todo, escuchar. Competir en campeonatos de canto no me enseñó sólo sobre notas y melodías; me enseñó sobre excelencia, dedicación y sobre el profundo vínculo que se crea cuando un animal está en plenitud de salud y felicidad. Cada premio, cada reconocimiento, era un testamento a un cuidado meticuloso, a una alimentación impecable. Y fue ahí, en esa búsqueda de la perfección, donde entendí algo fundamental: lo que damos de comer a nuestros pájaros no es solo alimento; es la base de su vitalidad, su canto y su esplendor.

Durante años, en los corrillos de concursos y entre conversaciones con criadores veteranos, compartíamos una misma inquietud: encontrar un pienso que uniera el rigor nutricional de la ciencia con el conocimiento práctico y ancestral del criador. Un producto en el que se pudiera confiar ciegamente, elaborado por alguien que realmente entendiera, desde dentro, lo que necesita un pájaro en cada etapa de su vida.

Así nació OrniValles. No es un producto creado por un equipo de marketing. Es el fruto de veinte años de experiencia práctica, de ensayo y error, de observar, de aprender directamente de los mejores ejemplares. Yo mismo me encargo personalmente de la formulación y fabricación, supervisando cada lote con el mismo celo con el que preparo a mis campeones para el concurso. Cada grano, cada semilla, cada nutriente añadido tiene una razón de ser, probada no solo en un laboratorio, sino en el día a día del aviario.